Un despido laboral… ¿Una oportunidad?

Ante una misma situación, cada persona puede actuar muy diferente a las demás. Ante un despido laboral, tienes al menos dos opciones: Considerarlo un fracaso, algo negativo que llega a tu vida o puedes, por el contrario, aprender para mejorar y considerarlo como un cambio para afrontar nuevos retos.

¿Por qué puedes considerar la alternativa de que sea algo positivo? Porque puedes ahora, partiendo de cero, hacer un proceso de aprendizaje de lo vivido y un trabajo de introspección de tus aptitudes, talentos y demás, para definir lo que ahora sería tu nueva actividad.

Puedes elegir un nuevo tipo de puesto, una nueva zona de trabajo, cambiar de giro, e incluso, emprender.

Grandes emprendedores en sus historias de vida comentan que su “despegue” surgió a partir de un “fracaso”, en el que tuvieron que elegir lo que de verdad querían y realizar ese sueño.

No basta sólo poner en la cabeza la idea de “no pasa nada”, ya que sí pasan cosas, que son necesarias de revisar y preparar otras tantas para que la desesperación no te gane y caigas nuevamente en un juego de desilusión.

El Psicólogo Estadounidense Julian B. Rotter, propuso hace algunos años el concepto de Locus de Control Interno (LCI) y Locus de Control Externo (LCE).

El Locus de Control es un rasgo central de personalidad que se define por la creencia del sujeto en la responsabilidad que tiene sobre su propio actuar. El locus de control puede ser «interno» o «externo». En el primer caso, supone un grado significativo de independencia personal y mayor capacidad de logro. En el segundo caso supone lo contrario.

Una persona que al quedar desempleada culpa a la situación, la empresa, al ex jefe y demás, es una persona que es muy dependiente del contexto y atribuye la mayor parte de sus situaciones a otras personas o cosas y se le complica asumir responsabilidad sobre su vida, por lo tanto se orienta más por su Locus de Control Externo.

En cambio, una persona que utiliza en mayor medida su Locus de Control Interno, es una persona que analiza las situaciones, identifica cómo actuó en esa situación laboral, toma nota de las mejoras que puede realizar y asume que de él dependen mayormente los resultados que se den en cualquier organización en la que colabore.

Algunas personas comentan que es más fácil vivir con un Locus de Control Externo, ya que no tienen que tomar parte de las “culpas”, pero el autor Fredy Kofman, nos da un ejemplo de las ventajas de asumir un Locus de Control Interno.

Las personas que asumen mayormente un Locus de Control Externo, a menudo culpan a otras cosas o personas de los resultados que se tuvieron, con ello entonces, difícilmente podrían manejar una situación, ya que todo sería cuestión de “suerte”, “destino”, etc. Por ende, se les dificultaría dar resultados basados en sus talentos y trabajo.

En cambio, una persona con un Locus de Control Interno alto, al asumir las responsabilidades que le corresponden, puede hacerse cargo de las cosas.

Si cuando llegas tarde a una cita culpas al camión, metro, taxi o similar, entonces NUNCA podrás cambiar el hecho de llegar tarde, ya que tú no puedes controlarlo, pero si eliges aprender de esta situación y encontrarle algunas mejoras desde tus acciones, puedes tomar más tiempo para salir a tomar tu transporte, optar por otras vías o estrategias de transporte, etc.

En la cuestión de despido laboral es muy similar, puedes elegir culpar al mundo de tu “mala suerte” o puedes tomar ese hecho como un reto cargado de oportunidades para tener mejores resultados en esta ocasión.

Recuerda que muchas de las cosas del entorno no las podrás controlar, pero lo que sí puedes controlar y gestionar es la manera como afrontas estas situaciones.

El despido tiene cinco etapas. La primera es la negación, le sigue la ira y la lucha (el intento de recuperar el puesto de trabajo a toda costa). El cuarto paso es la tristeza y, por último, la aceptación, cuando se asume la responsabilidad y analizas cuál será su siguiente paso.

En mi trabajo como asesora laboral, me encuentro con personas que acuden conmigo para colocarse en algún nuevo empleo y justamente, quienes se rigen por un Locus de Control Interno, analizan más sencillamente la situación y pronto ya están creando la estrategia para la nueva actividad, mientras que quienes se guían más por un Locus de Control Externo, tardan demasiado tiempo culpando a los demás de la situación y les cuesta mucho generar una estrategia, ya que no asumen responsabilidades y por ende, todo depende de los demás.

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