Cómo hacer presentaciones geniales

ADVERTENCIA: este no es un tutorial para usar Prezi, ni para ponerle efectos a tu Power Point y tampoco un listado de las aplicaciones de moda.

Haciendo cuentas llevo por lo menos 14 años presentando de todo. Empecé en la Universidad y no veo cerca el día en que vaya a dejar de hacerlo (lo cual está muy bien por que de hecho me gusta). En este tiempo he visto que sin importar a qué te dediques es muy probable que en tu vida profesional debas presentar muchas veces y que, además, la importancia de esas presentaciones sea enorme. Puede ser la diferencia entre ganar o perder un cliente o entre obtener o no un ascenso. Así de simple.

Ahora, si bien es cierto que hay personas con un talento natural para esta labor (el clásico que elige el equipo en la Universidad porque tiene esa rara habilidad conocida como “buen verbo”) llega un punto en tu vida profesional en que ese talento ya no alcanza para salir bien librado. Y, por otro lado, el que no tengas ese talento de ninguna manera quiere decir que no puedas desarrollarlo. Así que para unos y para otros, aquí les comparto algunas recomendaciones para hacer presentaciones geniales:

1. Tu Power Point es innecesario (Keynote, Prezi o la aplicación de moda).

Tus diapositivas pueden ser una gran herramienta para apoyar una idea o para representar gráficamente algo que verbalmente es más complejo de explicar. Sin embargo, la mayoría de las personas se concentran tanto en sus diapositivas que olvidan que éstas son sólo una herramienta para comunicar, no un fin en si mismas. En estos casos es común que la información que se presenta sea redundante, que sea humanamente imposible leerla en el tiempo que se muestra, que no sea útil para el objetivo,  que compita por la atención de la audiencia con el presentador y que, en el peor de los escenarios, el propio presentador sea rehén de sus diapositivas e incapaz de avanzar sin ellas (típico que falla el cañón y entra en pánico). En mi experiencia la mayoría de las veces no se requiere de soporte gráfico (eso son las diapositivas) para hacer una presentación extraordinaria. Se requiere más de los siguientes puntos.

2.Conoce a tu público.

No hay presentación más decepcionante (odiosa en realidad) que la de quien te quiere vender sus servicios (por maravillosos que sean), te dice todo lo que tienes que hacer y no se tomó la molestia de investigar a fondo qué hace tu empresa. Comunicar es segmentar y hacer una presentación es fundamentalmente comunicar, así que la mejor forma de segmentar tus mensajes en una presentación es conociendo a tu audiencia. Esto te ayudará a determinar elementos importantes como qué información excluir, qué detalles priorizar y cómo ser más contundente. Finalmente, muchas veces hay una diferencia fundamental entre lo que quieres decir y lo que tu público quiere escuchar, la clave está en encontrar qué elementos hay en común. Ese lugar en común es donde está la mayor oportunidad para comunicar tus mensajes.

3. Estrategia mata storytelling.

Desconfía de quien te diga que lo más importante de una presentación es que cuentes una historia. A menos que sea tu trabajo contar historias por el sólo gusto de hacerlo, lo más importante de una presentación es que tenga un objetivo claro. Es a partir de ese objetivo que se debe elegir una estructura y determinar qué información sí es útil como argumento. Contar historias no está mal, pero si contarla no es parte de una estrategia corres el riesgo de que tu público se concentre más en tu historia que en tu objetivo (un poco como esos anuncios que te parecen geniales pero no tienes idea de qué vendían).

4. Ensaya, presenta y perfecciona.

No hay peor idea en el mundo que terminar tus diapositivas y presentarlas sin ensayar. Al ensayar la presentación es más fácil darte cuenta si hay información que sobra, si es involuntariamente redundante o si hay saltos argumentativos que dificultan la comprensión. Además, ensayar te ayuda a considerar aspectos logísticos básicos que a la hora de presentar pueden ser incómodos (desde qué tan lejos de ti está la pantalla o el público hasta cuánto tiempo tienes). Por otro lado, te puedo asegurar que no hay mejor presentación que aquella que se hace mil veces y se va perfeccionando con los resultados obtenidos (qué causó dudas, cuándo perdiste la atención de la audiencia, en qué momentos te sentiste incómodo y por qué, qué soportes gráficos te hicieron falta, qué cosas nuevas sabes de tu público, etc.)

Me gustaría decirte que hay una fórmula infalible de presentar si empleas ciertas técnicas (haz pausas, contacto visual, habla de ti mismo, lenguaje corporal, presenta datos, etc.), pero la verdad es que no hay atajos que funcionen, lo primero es considerar estos 4 puntos y ponerlos en marcha. Sin esto, todo lo demás es vender castillos en el aire.

Puedes escribirme a @eduardoreyesc, sin pena que sí contesto.

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